13 nov 2010

La paja en el ojo ajeno

No sé exactamente por dónde empezar este artículo debido al estupor que tantas contradicciones me provocan. Es indescriptible el grado de hipocresía y absurdez que se está viendo una vez más (y van muchas) entre algunos sectores de eso que llaman unos de forma rápida y coloquial “izquierda” y otros de forma despectiva y a veces un poco torticera “izquierda antisistema”, a cuenta del nuevo episodio (y también van muchos) del conflicto saharaui.

De entrada creo vital aclarar que el conflicto saharaui es un asunto gravísimo, como lo son los que existen en Palestina, en Irak o en Afganistán, y que toda muestra de solidaridad internacionalista es poca. Al menos es una obligación moral de primer orden para cualquier persona que se considere a sí mismo antiimperialista, lo que lleva incorporado un carácter internacionalista que si existe sólo en la teoría y no en la práctica, se cae en una clara contradicción. Eso es así y no creo que nadie que lea este artículo esté en desacuerdo con esta afirmación. Pero hay una actitud un tanto generalizada que sí que entra en contradicción con ese mismo principio, aunque aderezado con elementos que lo hacen aún peor.

Pongamos ejemplos. El 29 de septiembre hubo una Huelga General. El mismo día de la Huelga, más de 100 personas fueron detenidas en todo el Estado Español. Cada detención será un mundo obviamente, pero las que yo mismo pude observar con mis propios ojos en el piquete que se hizo en el Corte Inglés en Córdoba y por tanto aquellas de las que puedo hablar con mayor conocimiento de causa, fueron aleatorias, bochornosas, injustificadas, acompañadas de maltrato físico por parte de los agentes y para colmo saldadas con multas e incluso condena de cárcel para uno de ellos. Nada nuevo por otra parte.

Más ejemplos. Si empezamos con el Sindicato Andaluz de Trabajadores no terminamos en la vida. Después del atracón de juicios farsa contra militantes del sindicato, llega la Huelga General y casi un mes después del 29 de septiembre, van y detienen a tres compañeros y ponen en busca y captura a otros 15 más. El delito de estas personas fue recibir algún que otro palo en la Universidad de Sevilla por parte de agentes que no podían estar ahí dentro, violando así la Ley de Autonomía Universitaria. Fruto de estas detenciones, se produce también el conocido caso del abogado sevillano del Grupo 17 de Marzo, que también fue detenido por la Policía Nacional días después de la Huelga en su despacho y esposado mientras una juez le tomaba declaración y poco menos que se cachondeaba de él. Su delito ha sido sólo y exclusivamente desempeñar su labor de abogado. Tampoco es el primero y no será el último probablemente.

Otro caso que es una constante desde que tengo uso de razón, es el caso vasco. Detenciones y más detenciones ilegales de jóvenes y no tan jóvenes, denuncias de torturas que acaban en nada, la ilegal política penitenciaria de dispersión, informes de mil y un organismos internacionales o de observatorios de Derechos Humanos que año tras año dicen que el Estado Español no respeta los Derechos Humanos, que la Ley de Partidos es ilegal y toda una retahíla de actitudes que provocan la misma reacción entre un amplio sector de la “izquierda” que las detenciones del 29-S y que todo lo demás: Ninguna.

Y esa es la hipocresía flagrante de algunos. Lloran lágrimas (en algunos casos de cocodrilo) por el Sáhara, y no ven que dentro de las fronteras de lo que hoy algunos llaman España tampoco se respetan los Derechos Humanos. Los mismos que en estos días aparecen por las múltiples convocatorias en solidaridad con los saharauis, han estado en su casa para las convocatorias hechas en solidaridad con los detenidos de la Huelga, por ejemplo. Es así, y en esto no hay grados de importancia o de gravedad si realmente se tiene un mínima conciencia y sensibilidad con el tema. El paso por el forro de los Derechos Humanos y la beligerancia de un Estado contra una población en lucha, da igual que sea con leyes “antiterroristas” o “de partidos” en la mano o sin ellas. Si lo que está haciendo Marruecos estos días se llama “secuestro” y no “detención”, ¿por qué no llamar de la misma forma y no con eufemismos las acciones del Gobierno Español y su aparato represor? Si en las cárceles españolas hay un número de presas y presos políticos mayor que el que había en los estertores del franquismo, ¿dónde están los antifranquistas? ¿Dónde está la solidaridad de aquellos que “ni se doblegaron ni los domesticaron”?

La respuesta es sencilla. Aquellos que “ni se doblegaron ni los domesticaron”, sí que lo hicieron. Se olvidaron de que después de 1975, y de 1977, y de 1978, y de 1982, y de todos los años de los que se guardan efemérides de los falsos cambios políticos de la Transición, el Estado Español siguió siendo un estado opresor de pueblos y por tanto de personas, y entonces se lanzaron a la falsa protesta fotogénica. A la “protesta” (a la que hay que ponerle dos comillas como dos rascacielos) contra aquello que está alejado temporal o espacialmente. Es decir, a la protesta contra aquella España franquista de hace 35 años pero no contra la de ahora, o a la protesta contra la falta de derechos humanos en el Sáhara o en la otra punta del Mundo pero no contra la que hay en Andalucía, Catalunya, Euskal Herria y el resto de Pueblos del Estado, o contra la represión al Polisario, pero no contra la que sufrimos en sindicatos como CGT, CNT, o SAT. Hipocresía pura.

Mención aparte está esa concepción de la liberación nacional que tienen. No se ve como un derecho, sino como una solución a un problema. Si en el Sáhara hay una situación desesperada… autodeterminación. Pero como no ven que haya una situación desesperada en el Estado Español, pues ¿para qué queremos la autodeterminación los pueblos que estamos atrapados en él? Evidentemente no estamos en una situación desesperada y sería de una gran egolatría equiparar nuestra situación a la de otros Pueblos muchísimo más machacados en la actualidad. Podríamos aguantar más y más vejaciones hasta llegar a los niveles de Gaza si hiciera falta, ¿por qué no? Todos sabemos que no existe el mismo grado de impunidad en el Sáhara que en Euskal Herria por ejemplo, pero allí hay un determinado grado de falta de garantías para los detenidos, y una cantidad de presos políticos evidente.

De todas formas, no se trata de eso, sino de que el derecho de autodeterminación no es algo que se aplica en defecto de “x” cosas, porque los derechos se tienen por igual, y no se reivindican para unos sí y para otros no. La autodeterminación en el caso saharaui tal vez sea el camino político para lograr una solución al conflicto humanitario que allí existe, o en el caso vasco implicaría tal vez una solución al conflicto armado, pero ese derecho se debe buscar para lograr que no haya Pueblos oprimidos dentro de estados imperialistas, no como varita mágica para la solución de uno u otro conflicto, porque esos conflictos al fin y al cabo son provocados precisamente por la opresión nacional y social a la que se ven sometidas las gentes de esos territorios, luego es la opresión nacional el germen y por tanto debería ser el objetivo principal de erradicación.

No vale el “Sáhara autodeterminación” y el “¿Andalucía autodeterminación?” salvo si interesadamente se quiere posar como un incoherente y falso revolucionario, palestino al cuello y saliendo en la foto, o en todo caso si se es un inconsciente que no se da cuenta de que defiende la autodeterminación de un lugar que está a muchos kilómetros de su casa, y no de la del país en donde vive. Es lo que algunos llaman la teoría de los 1.000 km, por la que se define a esa actitud hipócrita de defender la identidad nacional de un Pueblo, el derecho a su dignidad, a su insurrección armada antiimperialista o a lo que sea, pero siempre que sea un lugar que esté a más de 1.000 km. de distancia. Es decir, Palestina, Afganistán, Colombia o la Luna si hace falta, pero en el Estado Español que se mantenga el status quo actual, vaya a ser que algo cambie…

Y cuando me refiero a esto, me estoy refiriendo a ciertos sectores de IU y allegados, a ciertos colectivos pro-derechos humanos que hacen miles de cosas en apoyo de Palestina o Sáhara pero que se descojonan en la cara de quien les dice que la independencia del Sáhara está muy bien, pero que en Euskal Herria hay personas que son detenidas por una simple actividad política o que el Estado Español es un estado igual de fascista que Marruecos, o de personas independientes que con toda la candidez e ingenuidad del mundo se preguntan indignados que “¿dónde estarán el Rey de España o la Ministra de Asuntos Exteriores españoles que no dicen nada del Sáhara?”, esperando algo de España frente al problema saharaui, por aquello de la responsabilidad histórica para con aquél territorio.

¿Pues dónde van a estar el jefe de Estado y la Ministra de Asuntos Exteriores de un estado fascista ante una violación de los Derechos Humanos de Marruecos o de quien sea? Pues mirando para otro lado. O vendiéndoles armas a los agresores, como a Israel por ejemplo, gran cliente. Obviamente no se puede esperar nada del Gobierno español ni de ninguna de sus instituciones.

Por ello estoy convencido de que hasta que no nos demos cuenta para empezar de que España es un estado fascista, no vamos a comprender hasta qué punto se está cayendo en un sinsentido al hablar del Sáhara mientras miramos para otro lado cuando en el Estado Español se hacen cosas parecidas. También habría que darse cuenta del puñado de interesados que con toda la desfachatez del mundo felicitan a la policía cuando detienen a “x” jóvenes vascos y luego se echan las manos a la cabeza con las actitudes de Marruecos. Y por tanto en definitiva habría que aprender que la solidaridad internacionalista empieza por casa, para no caer en aquello de ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio.

Por último creo que es obvia la exigencia clara del derecho de autodeterminación de todos los pueblos del nundo, concretamente en este caso del saharaui que está metido en este momento en una espiral de represión, y todo el apoyo a la lucha del Frente Polisario.

Por Jesús Jiménez, militante del MLNA

No hay comentarios:

Publicar un comentario